domingo, 22 de mayo de 2016

Día de muertos en el Panteón del Saucito

El cementerio del Saucito luce colorido, hay flores por todos lados, puestos de agua de frutas y comida. Es la fiesta del otoño el Día de muertos,la celebración a los fieles difuntos que cada año se recuerdan  en un culto nacional.
Centenares de potosinos entran y salen del panteón, para el mediodía las calles están ya atestadas. Llevan flores, ofrendas, algunos traen botes de agua para lavar la lápida de su difunto. También hay señalética, quienes cuidan  y dan mantenimiento al cementerio han intentado guardar el orden, la calma; todo transcurre con alegría y aunque hay montones que van y vienen, no hay tensión.

Las familias atienden a su difunto, siguen llevando ofrendas. Una visita a la tumba de Salvador Nava permite observar que le han llevado flores, a comparación de otros potosinos distinguidos que yacen ahí, bajo tierra, la de Nava tiene una afluencia más bien discreta, pero no olvidada.

Las puertas del Panteón siguen abiertas  a la gente que no cesa de llegar, a las afueras los puestos de comida se atiborran, los de flores más. Así, con un ligero aire común de otoño, se desarrolla el festejo, después todo cerrará y barrerán los residuos de la celebración, los muertos volverán a la tumba y esperarán hasta el siguiente año.





Historias del Panteón del Saucito

El Panteón del Saucito es de los más antiguos en el Estado de San Luis Potosí,abrió sus puertas desde 1887 y hoy en día se divide en dos partes. En la parte vieja del panteón, que mide aproximadamente 500 metros de ancho por 750 metros de largo, hay gran cantidad de tumbas que se remontan a muchos años atrás. Pero así como hay una gran cantidad de tumbas, también hay gran cantidad de historias y leyendas que este panteón guarda en su interior. Algunas tumbas ya están abandonadas y los familiares  ya no van a visitarlas, pero aún así hay personal encargado de mantenerlas en buen estado, ya que muchas de estas lápidas son parte de la historia del panteón.

La tumba de Juan de Dios Azíos,mejor conocido como Juan del Jarro, es una de las tumbas másimportantes y más visitadas por las personas, ya que éste fue un personaje importante en San Luis Potosí, porque ayudaba a la gente pobre vistiéndose de pordiosero y todo lo que juntaba lo repartía con los más necesitados. Muchas personas siempre llegan a la tumba de Juan del Jarro, al cual le rezan y como en su interior tiene algunos jarritos, las personas le arrojan algunas monedas y dinero. 

Juan del Jarro, aún después de muerto sigue ayudando a la gente pobre, ya que este dinero que arroja la gente en su tumba es llevado a un albergue que lleva su nombre, en donde ayudan a las personas y les dan de comer. Otras de las tumbas de personajes importantes que también se encuentran en el panteón son las del poeta Manuel José Othón, la tumba del ex gobernador Carlos Díez Gutiérrez, con todo y su majestuosa capilla, así como de innumerables familias que fueron parte fundamental de la historia potosina, como los Ipiña, Escontría, Pitman, entre otras.

Con la finalidad de que los potosinos conozcan de la historia del panteón, las leyendas potosinas y las personas ilustres que aquí descansan se realizan cada mes recorridos por el panteón,la mayoría de estos son los viernes a las 21:00 y 22:30 horas, y cada uno de ellos tiene capacidad para 100 personas en cada horario. Para tener acceso al recorrido, cada persona deberá llevar un juguete nuevo,el cual será el pase de entrada y debido a la logística del recorrido el cupo es de 100 personas en cada uno,por lo cual se recomienda llegar con anticipación para poder asegurar su acceso.



¿ Cuántos difuntos reposan en el Panteón del Saucito?

En sus inicios fue ubicado a las afueras de la capital potosina, en un solar lejano y despoblado, con vientos que soplaban hacia afuera de la ciudad para evitar la dispersión entre los ciudadanos de los olores putrefactos.

En la actualidad cuenta con poco más de 326 mil difuntos y 125 años de funcionamiento, por lo que se busca que mediante una colaboración entre el Colegio de San Luis y el Ayuntamiento capitalino sea convertido en un museo, para que el público en general pueda apreciar la belleza y antigüedad de las tumbas que lo conforman.

Además como parte de la conservación y preservación de sitios como este, se dio a conocer que se cuenta con versiones digitales de cerca de 50 libros de registro,así como acervo documental del cementerio.

Las prácticas funerarias efectuadas en San Luis Potosí en los años 1889 a 1916 se encuentran reflejadas en un libro, producto de las investigaciones realizadas por los historiadores Adriana Corral Bustos y David Velázquez Salguero, adscritos al Colegio de San Luis, efectuadas durante poco más de diez años a las tumbas localizadas en el Panteón del Saucito.


Personajes emblématicos del Panteón del Saucito

Carlos Diez Gutiérrez

Nació en San Luis Potosí el 18 de Agosto de 1898 fue un militar y político mexicano. Fue gobernador de San Luis Potosí entre 1877 y 1880 y entre 1884 y 1898. Hijo de Rafael Díez Gutiérrez Barragán y Agustina  López Portillo. 

Estudió derecho, obteniendo el título de abogado en 1869, y fue diputado en el Congreso entre 1869 y 1871. Carlos Díez defendió y trajo emigrantes italianos y alemanes. También ayudó a traer a la ASARCO (American Smelting and Refinery Compaby) hoy  Inddustrial Minera México.

El 8 de noviembre de 1871, tomó parte en el Plan de la Noria que desconocía la reelección del Presidente de México Benito Juárez.Proclamado el Plan de Tuxtepec, recibió el cargo general en San Luis Potosí.


Al organizar la administración estatal, logró que el Congreso abriera sus sesiones en marzo de 1877 y que convocara elecciones de inmediato, que lo llevarían a la gubernatura el 18 de abril de 1877. Ocupó el cargo hasta su muerte en 1898 pues sólo durante el periodo entre 1880 y 1884 alternó el cargo con su hermano Pedro Díez Gutiérrez; en ese lapso, durante la presidencia del general Manuel González desempeñó el ministerio de Gobernación.




Manuel José Othón

Fue un poeta, dramaturgo y político mexicano que perteneció a los movimientos literarios del romanticismo y modernismo. Es autor del poema Idilio salvaje considerado uno de los poemas más representativos de México.

Nació en San Luis Potosí, recibió instrucción básica en el Seminario Conciliar y estudió abogacía en el Instituto Científico y Literario ( que posteriormente sería la Universidad Autónoma de San Luis Potosí) donde se tituló en 1881.

Ejerció su profesión en comunidades tales como Cerritos, Santa María del Rio, Guadalcázar, la misma San Luis Potosí, Saltillo y Torreón. Fue agente del Ministerio Público en su ciudad natal y profesor de su alma máter. Obtuvo el cargo de diputado federal y se integró al Congreso de la Unión en 1900.

Manuel José Othón empezó a escribir poemas desde los 13 años, mucho antes de iniciar su carrera como abogado. A los 21 años publica sus primeras obras bajo el nombre de Poesías y tres años después se editará un nuevo tomo bajo el nombre Nuevas Poesías. Sus poemas se centran en un tema: la naturaleza y la relación del hombre con la misma. Así, en 1902 aparece Poemas rústicos y en 1907 Noche rústica en Walpurgis. La obra más conocida de Othón, que además cuenta con reconocimiento internacional, es Idilio salvaje, la cual fue publicada en  1906. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua.


Juan del Jarro

Juan del Jarro, su nombre verdadero: Juan de Dios Azíos. Era un pordiosero que se paseaba por las calles de San Luís Potosí alrededor de 1826. Era una persona pordiosera que odiaba el baño, las riquezas y el mes de julio. Se le llamaba del Jarro, porque siempre cargaba un jarro de terracota, un sombrero y una estera. Se dice que habitaba en un horno abandonado. Pedía limosnas afuera de los templos para quitarse el hambre.

Juan del Jarro no era un pordiosero cualquiera, él repartía sus limosnas a la gente pobre, necesitada y los ancianos. Solía tener un refrán en la punta de la lengua, según la ocasión. Era una persona muy lista y a la vez muy loca. Juan era una persona muy querida. Su fama tomó un tinte sobrenatural, pues se decía que era adivino. Se decía que podía ver cuándo y cómo moriría la gente, se sabía el calendario, entre otras cosas. Tenía muy buena memoria.







sábado, 21 de mayo de 2016

Monumentos Funerarios

En 1905 se le añade la arquería de la cantera de la entrada, la cual pertenecía a la Casa de Moneda, que acababa de ser demolida, la cual fue obsequio del Señor Meade. En la calzada central, además de elegantes capillas, se ve el monumento sepulcral de Manuel José Othón, vacío, ya que sus restos fueron trasladados a México en 1964.



En él también se encuentran las tumbas del Juan del Jarro y José Moreno Díaz "El Señor de las Palomas" entre otros personajes ilustres de la revolución e historiadores Potosinos.



Hacia finales del siglo XIX se mantuvieron las diferencias sociales, pero cada vez más personas tuvieron la posibilidad de construir monumentos funerarios, que iban desde una lápida hasta ostentosos mausoleos. Se adoptó una iconografía más rica y variada,con símbolos paganos y religiosos, algunos de ellos que datan de la era precristiana.
El monumento funerario representó la ofrenda perenne que los deudos dedicaron al fallecido. La preocupación por dejar una marca en el tiempo y en el espacio, por procurar la memoria compartida por los más ricos y los más pobres; cada cual  de acuerdo con sus capacidades económicas hizo el esfuerzo de escapar a la verdadera muerte: el olvido.

Panteón del Saucito


En el año de 1885 el Ayuntamiento de la capital consideró que era necesario construir un nuevo cementerio para beneficio de la salubridad pública. Para Mayo de 1886, el periódico "El Estardante" anunciaba que el Señor Matías Hernández Soberón tenia el proyecto de erigir un panteón  por el rumbo occidental de la ciudad.


El lugar apropiado se localizaba cerca de la ermita de Nuestro Señor de Burgos del Saucito, a cuatro kilómetros de la ciudad. El terreno era seco, de tierra delgada, por lo que resultaba  apropiado ya que era inútil para sembrar,además se podría llegar a él a través de tranvía.

El 31 de Octubre de 1887, el Congreso del Estado autorizó contratar a la Compañia Constructora del Cementerio, presidida por Matías Hernández Soberón, quien financió con 20,000 pesos el inicio de los trabajos.

Este cementerio se inauguró el 16 de Septiembre de 1889 como parte de las celebraciones del XCVII Aniversario de Independencia de México.Entró en funcionamiento regular el 12 de Octubre de 1889, fue necesario aportar 5,000 pesos más para finalizar la obra.

El cementerio está dividido en dos partes: al frente se ubicaban las fosas de primera a quinta clase, abarcando los primeros 500 metros; enseguida se encontraba una pared  tras la cual se situaban las de sexta clase y la fosa común. Este muro servían, por la parte posterior, como cuadro de fusilamiento.

Tenían un portal techado con poyo de mampostería en el centro para depositar los cadáveres. El cementerio contaba con un pasillo central a cuyos costados se enterraba a los de primera clase.